sábado, 28 de marzo de 2020

PAREMOS EL SOFISMA

PAREMOS LOS SOFISMAS
Numéricamente es claro que en el Guayas y en especial en la gran
metrópolis del gran Guayaquil existe la mayor incidencia de personas afectadas
por el azote de la pandemia que se denomina COVID 19; sin embargo, termina
siendo que las acusaciones de personas con poca capacidad de análisis o
simplemente por odio enfermizo ha producido una certeza que tiene que ser
considerada un sofisma.

El régimen escolar que está implantado y que tiene razones
estrictamente de necesidades de la sierra determinan que las vacaciones
escolares y por el rigor del tiempo sean en esta época del año; por la antes
dicha razón, una gran cantidad de familias planifican sus viajes para esta
época en las que ya están promocionados viajes culturales, de intercambio,
negocio o simplemente motivados por precios muy bajos por estar fuera de la
temporada turística. También juega la forma diferente de emotividad acostumbrada,
siendo que en Quito es poco común las reuniones de despedidas y recepciones de
los viajeros que mientras en Quito son por naturaleza más sobrias en la costa se
vive al ritmo de la libertad del clima y la naturaleza abierta y frontal de
hacer amigos por cariño y festejar siempre.

Dicho antecedente causó que los hechos se precipiten en el polo de
atracción mayor que es Guayaquil y en el cual se vive para celebrar incluso el
logro de un empleo productivo aún cuando sea inferior el ingreso que el que
recibe el mantenido por la obesa burocracia de su única -más o menos- competencia
centralizada en la capital.

El grave error se da porque los que viven a expensas de otras zonas
están en otro mundo en el cuál es mayor la costumbre de los originales
invasores que llegaron a saquear y violar a los de la muy avanzada cultura Inca
y quechua. La costa defendida por las enfermedades causadas por los mosquitos y
el clima, la sierra por su amor a la individualidad y acostumbrados al
encierro.

Para mantener el norte de la explicación dejaré a un lado que la
primera revuelta fue interesada por grupos afines al exiliado Rey de España y
el otro que se inclinaba por usufrutuar de la brecha francesa para volverse
ricos.

Tanto así que Bolívar destrozo y traicionó a los de la Provincia Libre
del Guayas que comprendía toda la costa y disfrutó de la ayuda armada y dinero
bien habido del guayaquileño, mejor usemos del guayasense porque abarca un
sector hoy lotizado, para luego traicionarnos y conformar una sola masa que él
estimaba debía ser reinada por él. Guayaquil en la gran Provincia libre buscaba
libertad y auto determinación, mientras los auténticos habitantes nativos que
continuaban sin mestizaje eran violados por los “señores y sus hijos” (revisar
la prohibición que se mantuvo obligatoriamente por ley de que ninguna mujer
española pudiese viajar a América sin estar previamente casada y en este último
caso con mucha dificultad) y es necesario tener en cuenta que la manumisión fue
el 25 de julio de 1851, día en que el Jefe Supremo Gral. José María Urvina, en
la Casa de Gobierno de Guayaquil, expidiera uno de los decretos de mayor
contenido humano y proyección social dentro de la evolución jurídica ecuatoriana:
 La abolición de la esclavitud.

Agradezco a Dios que un guayaquileño de gran disciplina y formación dirija
la guerra por la salud, a él le será debido todos los honores al igual que al presidente
que ha tenido siempre mucha dulzura y gente envenenada y venenosa dentro de sus
aposentos, pero ha luchado y en pocos casos ha visto la luz y decidido por
clarificar el ambiente.

Este larguísimo preámbulo es necesario para poder determinar quiénes
una vez más entierran a los ecuatorianos y la gravísima crisis que ha matado en
vida a más personas que ninguna otra enfermedad: Su nombre es “Socialismo Siglo
XXI” capitaneado por un engendró que buscó una gavilla de ladrones y mujeres de
la vida mercantilizada para robar la inmensa riqueza que por una vez más, como
nunca antes, entró al Ecuador y que sin satisfacerse prestó e hipotecó el
futuro de la nación para robarse todo incluidos los sueños de los jóvenes y
niños. Rafael Correa y sus adláteres que hoy gozan de fortunas que son
incapaces de escribirlas y sueñan con enquistarse en otros de débil moral y
fortísima ambición. Para ejemplo: el presidente “AMLO” de México.

Para constancia debo también de resaltar que nunca me imaginé ver que
en mi Ecuador querido llegáramos a una crisis igual; empero, el tiempo que tome
para resurgir sea como de Ave Fénix o esperar dos siglos más para seguir en lo
mismo.

Ecuador y los ecuatorianos deben estar conscientes que los títulos de
estudios son intrínsecos y que usarlos para calificar a las personas es relativamente
inútil: La persona hace el cargo, en lugar de ser considerado al revés. Un
diploma es la prueba de que alguien estudio un extracto de la historia con más
rapidez y el lugar del escalafón cuánto recuerda de ella. Para mi más
importante es la capacidad natural de usar varias inteligencias oriundas y
sostenidas con materiales que permanecen rectos y sin quebrarse ante cualquier
acto que lo arremeta.

Ecuador necesita PIONEROS
que planifiquen el futuro -adónde queremos llegar- y ejecuten los
caminos y formen conductores que lleguen hacia ese fin que sean los mejores y
más rápido.