EL PAÍS
- ESPAÑA
Enero 6, 2017.
CORREA AL BORDE DEL COLAPSO NERVIOSO. *
En estos días se
puede ver en Ecuador a un presidente timorato, avergonzado, con lo poco de escrúpulos que le queda por los suelos y
al borde de un ataque de nervios. Ni su círculo íntimo de colaboradores pueden
calmarlo. Me han contado, algunas personas asesoras de su círculo íntimo
que le han visto paseándose
por los pasillos privados de Carondelet solitario y pensativo, en unos casos, y
con reacciones de ira e impotencia, en otros. Esta bipolaridad que se ha
acrecentado en Rafael Correa, en los últimos
días, puede ser el motivo para que se
haya puesto a contestar, en forma personal a CAPAYA, ante algunas de las
declaraciones que ha dado su antes "hombre honrado y buena persona".
La prensa internacional de CNN, El País, Europa Press y O Globo, entre otras, también han hecho eco, en las últimas horas, sobre la personalidad
psicótica del presidente que está mostrando en redes sociales y en
cadenas improvisadas de última
hora, sin planificación y con
errores de edición e imagen, donde continua
sacando inventos y más
inventos de culpabilidad a terceros, ante las "bombas mediáticas" que el las califica,
pidiendo que le muestren pruebas de la corrupción, como
algo digno del mayor de los cinismos hitlerianos, para tratar de sostener algo
imposible, como es la caida en las preferencias electorales del vicepresidente
y hombre de su total confianza: Jorge Glas Espinel, por todas las marañas de corrupción de los sectores estratégicos
del país en las que está involucrado, llevándose consigo a otro hombre de su
confianza, aunque menos expuesto a la corrupción, por
haber estado fuera del país, su
benjamín Lenín Moreno Garcés que
ayer a la noche demostró, en el
debate presidencial, que no está
preparado para gobernar un país que
deja en crisis económica y social y con evidencias
y secuelas de corrupción por
todo lado, así Correa quiera hacer ver lo
contrario.
Los 10 años de
socialismo del Siglo XXI llegan a su fin en un país
sudamericano con glorias pasadas, resultado de la otrora bonanza petrolera,
pero sin pena por todo lo que quisieron tapar y esconder en este tiempo.
Benjamín Paz
El País -
España
Enero, 06 2017