domingo, 20 de febrero de 2022

20 DE FEBRERO DE 2022.pdf DOMINGO DEL HIJO PRODIGO

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DOMINGO DEL HIJO PRODIGO Esta es una de las más bellas parábolas que nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo nos dio como ejemplo de la misericordia que derrama sobre el ser humano. Cuando malgastamos nuestro tiempo viendo películas, pasando horas en las redes sociales, yendo a restaurantes a pasar con nuestros familiares o amigos, ocupando gran parte de nuestros ingresos en ocio y paseos, compras superfluas o disfrutes sensuales. Estamos mal gastando nuestra vida. Si usted se hace la pregunta. ¿Si muriera hoy a dónde iría? Y si la respuesta es el infierno. Usted está consciente de que ha pasado su vida desperdiciándola en goces terrenales cuya recompensa, además conoce bien. El verdadero arrepentimiento del Hijo pródigo se da gracias a que volvió a la cordura. Lo lamentable es que, si Dios permite que lleguemos a esa claridad de mente, comúnmente ocurre por causa de que nos vemos perdidos y añoramos la libertad de quienes tienen la consciencia tranquila, cuando todavía no habíamos cometido actos de cuyas consecuencias nefastas ahora nos lamentamos. Sin embargo, si en ese momento el alma desdichada se da cuenta que ha pecado gravemente, y que desperdiciado todas las oportunidades que Dios le había dado, poniendo su inteligencia, sus facultades y sus deseos en cosas banales e impuras, que ha vivido como lo hace cualquier hombre vicioso e indigno, en ese momento Dios pone el deseo de la libertad de los que viven conforme a lo que Dios nos manda. Pero sabiendo que, aunque esta asqueada de su mala conducta y de su terrible situación, también entiende que no es merecedor de exigir a Dios que nos restituya. 







En esto último radica el verdadero arrepentimiento, en saber que no somos merecedores. Y a pesar de ello recurrimos a buscar el perdón de nuestro Salvador. Lo increíble de este proceder humano hoy en día, es que no buscamos ser restituidos a un estado simple, inocente ni de obediencia, sino que quienes conformamos la actual generación humana, no nos interesa en lo absoluto ese estado de sometimiento a Dios y por eso no solo que somos víctimas de nuestras bajas pasiones y esclavos de nuestros placeres, sino que además gozamos regodearnos en nuestra inmundicia. Sin embargo, el mensaje evangélico no cesa de ser proclamado por la Iglesia, y nos dice: Arrepiéntete sinceramente, aún puedes cambiar de vida y de destino, 20 de febrero de 2022 (C.C) 7 de febrero de 2022 (C.E) Domingo del Hijo Prodigo San Parthenio Obispo de Lampsaco. Venerable Lucas de Styron. 1003 mártires de Nicomedia. Aule Eremita. Teopemptos y sus compañeros Mártires. George Nuevo Mártir de Creta. Ricardo Rey de Wessex. Metrópolis Ortodoxa Autónoma de Ecuador y Latino América Su Eminencia +Chrysóstomos Metropolita de Ecuador, y Latinoamérica Obispo Abraham Santuario de la Madre de Dios “Madre de Toda Bendición” Pasaje OE8A # 71-50 y Rio Bigal Teléfonos: 0992604310 - 0997759332 Email: iglesiaortodoxa@gmail.com Quito - Ecuador disfrutar el vivir conforme a lo que Dios desea para ti. Este arrepentimiento y cordura implicaría el deseo urgente, imperativo y vital de confesar nuestras maldades para ser aceptados en su casa, aunque sea como el último de todos los que allí gozan de la paz, de la tranquilidad y del amor de Dios. Este camino de arrepentimiento y de penitencia se da a través del Misterio de la Penitencia y de la Confesión, mediante el cual podemos decir ha Dios: “He pecado contra el cielo y contra Ti” Si así lo hiciéramos seríamos perdonados y por tanto hallaríamos la salvación. Pero si persistimos en no hacerlo la lógica consecuencia es seguir viviendo en la inmundicia de los placeres mundanos que solo tienen como resultado un solo final, una vida terrenal sin Dios y peor aún una eternidad en la perdición de nuestras almas. Este Domingo del Hijo Prodigo, nuestra querida Madre Iglesia nos pide que recapacitemos y que nos acerquemos con confianza a Dios, abandonando toda injusticia y camino que nos aleje del único amor verdadero, que es Dios mismo. Dios Santo, por la dureza de mi corazón he malgastado mi vida en vanidades, y tan terrible y deplorable es la enfermedad de mi alma que en lugar de buscarte deseo a pesar de estar lejos de Ti permanecer en un camino ajeno a tu Santa Voluntad. No permitas que muera en mi la consciencia, la vergüenza, el temor de Ti porque sino perecería para siempre. Más bien otórgame poder comprender claramente el repugnante estado de mi alma para que con presteza y confianza en tu Divino perdón, vuelva a tus sendas y así sea glorificado tu muy honorable y magnífico nombre y pueda gozar de la alegría de todos los bienaventurados que contemplan la inefable hermosura de tu rostro. Te lo pido por las intercesiones de la Santísima Madre de Dios y siempre Virgen María, mi Señora, mi consuelo y segura protección de los que acudimos agobiados por el peso de nuestros pecados. Amén. De cuán grandes bendiciones, miserable como soy, me he privado a mí mismo. De aquel reinado, en desgracia he caído. He perdido la riqueza que había recibido, y he quebrantado el mandamiento. ¡Ay! De mi alma infeliz, te has condenado al fuego eterno. Por ello antes del fin clama suplicando a Cristo nuestro Dios: “Recíbeme como el Hijo Pródigo, ¡Oh! Dios y Ten misericordia de mí. TROPARIOS Tropario de la Resurrección. Tono 2 Cuando descendiste a la muerte, ¡Oh! Vida Inmortal, mataste al Hades con el rayo de tu divinidad y cuando levantaste a los muertos del fondo de la tierra, todos los poderes celestiales clamaron: ¡Oh! Dador de vida, Cristo Dios, ¡Gloria a Ti! Kontaquion Tono 3. Cuando me rebelé en contra de tu paternal gloria, por insensatez e ignorancia, derroché en el pecado la riqueza que me diste. Por eso, clamo a Ti con la voz del Hijo Prodigo, diciendo: He pecado delante de Ti, ¡Oh! Padre misericordioso, acéptame arrepentido como uno de tus siervos. Tropario de San Basilio Magno. Tono 1. 






Tu voz anunciadora se difundió por toda la tierra, que aceptó tu palabra. Y enseñaste la fe y descubriste la naturaleza de los seres. ¡Oh! San Basilio que hiciste del real sacerdocio, camino para la vida de los hombres, ruega a Cristo Dios por la salvación de nuestras almas. Proquimenon Tono 2 Mi fortaleza y mi canción es el Señor; Él es mi salvación. Verso: El Señor me reprendió, mas no me entregó a la muerte . EPISTOLA Lectura de la Primera Carta a los Corintios 6: 12-20 Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine. «Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos»; así es, y Dios los destruirá a ambos. Pero el cuerpo no es para la inmoralidad sexual sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Con su poder Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros. ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo mismo? ¿Tomaré acaso los miembros de Cristo para unirlos con una prostituta? ¡Jamás! ¿No saben que el que se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: «Los dos llegarán a ser un solo cuerpo.» Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu. Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios. Aleluya Aleluya Aleluya. El justo florecerá como una palmera, crecerá como cedro del Líbano. Aleluya Aleluya Aleluya. Plantado en la casa del Señor, florecerá en los atrios de nuestro Dios. Aleluya Aleluya Aleluya. EVANGELIO LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 15:11-32 Dijo el Señor esta parábola: “Había un hombre que tenía dos hijos. El menor dijo a su padre: "Dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y el padre repartió sus bienes entre los dos. El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días después, se fue a un país lejano. Allí malgastó su dinero llevando una vida desordenada. Cuando ya había gastado todo, sobrevino en aquella región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad. Fue a buscar trabajo, y se puso al servicio de un habitante del lugar que lo envió a su campo a cuidar cerdos. Hubiera deseado llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero nadie le daba algo. Finalmente recapacitó y se dijo: ¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Tengo que hacer algo: volveré donde mi padre y le diré: “Padre, he pecado contra Dios y contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Trátame como a uno de tus asalariados”. Se levantó, pues, y se fue donde su padre. Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. Entonces el hijo le habló: “Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus servidores: “¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies. Traigan el ternero gordo y mátenlo; comamos y hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y comenzaron la fiesta. El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercaba a la casa, oyó la orquesta y el baile. Llamó a uno de los muchachos y le preguntó qué significaba todo aquello. Él le respondió: “Tu hermano ha regresado a casa, y tu padre mandó matar el ternero gordo por haberlo recobrado sano y salvo”. El hijo mayor se enojó y no quiso entrar. Su padre salió a suplicarle. Pero él le contestó: “Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. Pero ahora que vuelve ese hijo tuyo, que se ha gastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el ternero gordo”. El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado”.