DOMINGO DEL JUICIO FINAL
La iglesia siempre conmemora el Domingo del juicio
final durante el período del Triodio. Su finalidad es recordarnos a todos que hay un Juicio Universal y que
nadie está exento de él.
En nuestro tiempo y especialmente desde la época de la
ilustración cada generación ha ido profundizando más
que la anterior en el error de apartar la Santa Doctrina
de la vida civil de las personas y reemplazándola con el
humanismo que hoy por hoy solo enseña que nos merecemos ser felices, que merecemos la consideración de
todo el mundo, que debemos hacer realidad nuestros
sueños y especialmente que el éxito y la prosperidad es
algo para lo cual hemos nacido y que nada nos lo puede
negar. Todo lo anterior se resume en una sola palabra:
Hedonismo, y en esta doctrina humana, obviamente
Dios no puede estar, porque nos estorba su evangelio.
Por eso las personas en la actualidad se forman un dios a
su medida y una doctrina acomodada a sus intereses y
deseos. Esto nos lleva a dos de los mayores engaños de
este tiempo, que son:
1. Creer que Dios no va a juzgarnos.
2. Que el infierno no existe.
Si decidimos que ambas cosas son ciertas y que además
se ajustan a nuestros ideales de vida, no es de sorprenderse que amemos más los deleites que a Dios, cuya
lejanía nos hace vanagloriamos y amarnos a nosotros
mismos.
Siendo desobedientes, nos volvemos ingratos, impíos y
sin templanza, por lo cual calumniamos a nuestro prójimo, faltos de toda caridad, somos crueles, impetuosos e
implacables en nuestros juicios, aborrecemos la corrección y odiamos enderezar nuestras vidas según lo que
Dios manda, somos vacíos, engreídos en nuestras actitudes y manera de hablar, lo que nos lleva fácilmente a la
blasfemia y a la soberbia, y sin embargo vivimos convencidos de que es verdadera nuestra falsa apariencia de
justicia y rectitud.
Esta forma de ser, evidentemente nos lleva a negar, lo
que si no consideramos a su tiempo, luego lamentaremos amarga e irremediablemente. Por eso la Iglesia como Madre nos interpela y nos recuerda que hay un juicio y que hay infierno. Estas cosas no son cosas de juego, ni historias para manipular, son verdaderas y muy
importantes tenerlas en cuenta, porque en ello está nues-
27 de Febrero de 2022 (C.C)
14 de Febrero de 2022 (C.E)
Domingo del Juicio Final
Fiesta de la Carne
San Cirilo Equiapostólico maestro de los eslavos. Monjes
Ausencio de la Montaña, Maron ermitaño, Isaki ermita de
Pechersk. Abraham Obispo de Caria. Nicolás el Nuevo
Mártir de Corintio.
Metrópolis Ortodoxa Autónoma de Ecuador y
Latino América
Su Eminencia +Chrysóstomos
Metropolita de Ecuador, y Latinoamérica
Obispo Abraham
Santuario de la Madre de Dios “Madre de Toda Bendición”
Pasaje OE8A # 71-50 y Rio Bigal
Teléfonos: 0992604310 - 0997759332 -026038466
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tra propia salvación. Jesucristo, Dios, Señor y Salvador,
nos llamará a cada uno de nosotros para comparecer, y
solo hay un camino para revertir todas nuestras maldades,
las que conocemos sobradamente, porque las cometemos
por costumbre, por reincidencia, necedad o maldad, y
aquellas otras de las cuales no somos conscientes pero que
de igual manera nos hacen repugnantes, como la crítica, la
altivez, la insolencia, la grandilocuencia, la impureza y la
codicia. Ese camino para cambiar el lugar de nuestro destino final, es el arrepentimiento sincero, un arrepentimiento sin justificaciones, donde simple y llanamente aceptamos lo que somos, sin ira de ser encontrados culpables
ante Dios o ante los hombres, y ante lo cual además, estamos conscientes del castigo que merecemos, pero que
acompañado de profundo temor de Dios, lloramos y suplicamos el perdón de todo cuanto hemos cometido, y esto
para verdadera conversión y propósito de enmienda, pero
por encima de todas las cosas con una grande confianza en
la misericordia y el amor de Dios, que entregó su vida por
nosotros para pagar nuestras deudas y ofensas, que para
nosotros sería imposible restituir. Dios en su grandísima
Misericordia, se ha complacido en que solo si somos humildes y volvemos la mirada a Él con arrepentimiento sincero, se da por satisfecho, aún siendo que somos incapaces
de pagar la desobediencia a su divina voluntad. Por eso
abandonemos las ideas ilusorias, que Dios es tan bueno
que jamás nos va a castigar, porque dice en los Santos Salmos. ¿El que hizo el oído no va a oir? ¿El que hizo los
ojos, no va a ver? ¿El que hizo la boca no va a corregir?
Dios sabe bien lo que hay en cada corazón y en el interior
de cada persona, por lo que no hay otro camino sino correr
presurosos ante el Señor y postrarnos ante Él y decirle:
Padre, perdóname porque he pecado contra el Cielo y contra Ti. Si en verdad así lo hiciéramos, Él nos daría de su
Palabra Eterna y viviríamos para Él y Él en nosotros. Y
repetiríamos sin cesar: Señor Dios, Ten piedad de mi porque soy un pobre pecador.
TROPARIOS
Tropario de la Resurrección.
Tono 3
Que se alegren los celestiales y que se regocijen los
terrenales, porque el Señor desplegó la fuerza de su
brazo pisoteando la muerte con su muerte; y siendo
el Primogénito de entre los muertos, nos salvó de las
entrañas del Hades, y concedió al mundo la gran misericordia.
Kontaquion
Tono 1.
¡Oh! Dios, cuando vengas sobre la tierra con
gloria, y todo tiemble ante Ti, y el río de fuego
corra fluyendo ante el Estrado; los Libros estén
abiertos y los secretos revelados. Entonces libérame del fuego inextinguible y hazme digno de
estar a tu Diestra ¡Oh! Justo Juez.
Tropario de San Basilio Magno.
Tono 1.
Tu voz anunciadora se difundió por toda la tierra, que aceptó tu palabra. Y enseñaste la fe y
descubriste la naturaleza de los seres. ¡Oh! San
Basilio que hiciste del real sacerdocio, camino
para la vida de los hombres, ruega a Cristo Dios
por la salvación de nuestras almas.
Proquimenon
Tono 3
¡Cantad a Dios!, cantad. ¡Cantad salmos a nuestro Rey!
Verso: Pueblos todos: aplaudid; aclamad a Dios
con voz de júbilo.
EPISTOLA
Lectura de la Primera Carta a los Corintios
8:8 - 9:2
Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos
más, ni porque no comamos, seremos menos.
Pero mirad que esta libertad vuestra no venga
a ser tropezadero para los débiles. Porque si
alguno te ve a ti, que tienes conocimiento,
sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la
conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por el conocimiento tuyo, se perderá el
hermano débil por quien Cristo murió. De esta
manera, pues, pecando contra los hermanos e
hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás,
para no poner tropiezo a mi hermano. ¿No soy
apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús
el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra
en el Señor? Si para otros no soy apóstol, para
vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de
mi apostolado sois vosotros en el Señor.
Aleluya Aleluya Aleluya.
En Ti, Señor, he esperado; no sea yo confundido.
Aleluya Aleluya Aleluya.
Sé Tú, Señor, mi roca y mi refugio; baluarte donde
me pongo a salvo.
Aleluya Aleluya Aleluya.
EVANGELIO
LECTURA DEL EVANGELIO
SEGÚN SAN MATEO 25:31-46
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y
todos los santos ángeles con él, entonces se sentará
en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él
todas las naciones; y apartará los unos de los otros,
como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su
izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha:
Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor,
¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o
sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos
forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y
vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De
cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda:
Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me
disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis;
estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en
la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también
ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo,
enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces
les responderá diciendo: De cierto os digo que en
cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños,
tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna.