domingo, 27 de febrero de 2022

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DOMINGO DEL JUICIO FINAL La iglesia siempre conmemora el Domingo del juicio final durante el período del Triodio. Su finalidad es recordarnos a todos que hay un Juicio Universal y que nadie está exento de él. En nuestro tiempo y especialmente desde la época de la ilustración cada generación ha ido profundizando más que la anterior en el error de apartar la Santa Doctrina de la vida civil de las personas y reemplazándola con el humanismo que hoy por hoy solo enseña que nos merecemos ser felices, que merecemos la consideración de todo el mundo, que debemos hacer realidad nuestros sueños y especialmente que el éxito y la prosperidad es algo para lo cual hemos nacido y que nada nos lo puede negar. Todo lo anterior se resume en una sola palabra: Hedonismo, y en esta doctrina humana, obviamente Dios no puede estar, porque nos estorba su evangelio. Por eso las personas en la actualidad se forman un dios a su medida y una doctrina acomodada a sus intereses y deseos. Esto nos lleva a dos de los mayores engaños de este tiempo, que son: 1. Creer que Dios no va a juzgarnos. 2. Que el infierno no existe. Si decidimos que ambas cosas son ciertas y que además se ajustan a nuestros ideales de vida, no es de sorprenderse que amemos más los deleites que a Dios, cuya lejanía nos hace vanagloriamos y amarnos a nosotros mismos. Siendo desobedientes, nos volvemos ingratos, impíos y sin templanza, por lo cual calumniamos a nuestro prójimo, faltos de toda caridad, somos crueles, impetuosos e implacables en nuestros juicios, aborrecemos la corrección y odiamos enderezar nuestras vidas según lo que Dios manda, somos vacíos, engreídos en nuestras actitudes y manera de hablar, lo que nos lleva fácilmente a la blasfemia y a la soberbia, y sin embargo vivimos convencidos de que es verdadera nuestra falsa apariencia de justicia y rectitud. Esta forma de ser, evidentemente nos lleva a negar, lo que si no consideramos a su tiempo, luego lamentaremos amarga e irremediablemente. Por eso la Iglesia como Madre nos interpela y nos recuerda que hay un juicio y que hay infierno. Estas cosas no son cosas de juego, ni historias para manipular, son verdaderas y muy importantes tenerlas en cuenta, porque en ello está nues- 27 de Febrero de 2022 (C.C) 14 de Febrero de 2022 (C.E) Domingo del Juicio Final Fiesta de la Carne San Cirilo Equiapostólico maestro de los eslavos. Monjes Ausencio de la Montaña, Maron ermitaño, Isaki ermita de Pechersk. Abraham Obispo de Caria. Nicolás el Nuevo Mártir de Corintio. Metrópolis Ortodoxa Autónoma de Ecuador y Latino América Su Eminencia +Chrysóstomos Metropolita de Ecuador, y Latinoamérica Obispo Abraham Santuario de la Madre de Dios “Madre de Toda Bendición” Pasaje OE8A # 71-50 y Rio Bigal Teléfonos: 0992604310 - 0997759332 -026038466 Email: iglesiaortodoxa@gmail.com Quito - Ecuador tra propia salvación. Jesucristo, Dios, Señor y Salvador, nos llamará a cada uno de nosotros para comparecer, y solo hay un camino para revertir todas nuestras maldades, las que conocemos sobradamente, porque las cometemos por costumbre, por reincidencia, necedad o maldad, y aquellas otras de las cuales no somos conscientes pero que de igual manera nos hacen repugnantes, como la crítica, la altivez, la insolencia, la grandilocuencia, la impureza y la codicia. Ese camino para cambiar el lugar de nuestro destino final, es el arrepentimiento sincero, un arrepentimiento sin justificaciones, donde simple y llanamente aceptamos lo que somos, sin ira de ser encontrados culpables ante Dios o ante los hombres, y ante lo cual además, estamos conscientes del castigo que merecemos, pero que acompañado de profundo temor de Dios, lloramos y suplicamos el perdón de todo cuanto hemos cometido, y esto para verdadera conversión y propósito de enmienda, pero por encima de todas las cosas con una grande confianza en la misericordia y el amor de Dios, que entregó su vida por nosotros para pagar nuestras deudas y ofensas, que para nosotros sería imposible restituir. Dios en su grandísima Misericordia, se ha complacido en que solo si somos humildes y volvemos la mirada a Él con arrepentimiento sincero, se da por satisfecho, aún siendo que somos incapaces de pagar la desobediencia a su divina voluntad. Por eso abandonemos las ideas ilusorias, que Dios es tan bueno que jamás nos va a castigar, porque dice en los Santos Salmos. ¿El que hizo el oído no va a oir? ¿El que hizo los ojos, no va a ver? ¿El que hizo la boca no va a corregir? Dios sabe bien lo que hay en cada corazón y en el interior de cada persona, por lo que no hay otro camino sino correr presurosos ante el Señor y postrarnos ante Él y decirle: Padre, perdóname porque he pecado contra el Cielo y contra Ti. Si en verdad así lo hiciéramos, Él nos daría de su Palabra Eterna y viviríamos para Él y Él en nosotros. Y repetiríamos sin cesar: Señor Dios, Ten piedad de mi porque soy un pobre pecador. 































Al acordarme, ¡Oh! Misericordioso, del fuego eterno, de la oscuridad máxima, del abismo, del gusano penoso, del crujir de dientes, del dolor incesante que pertenece a los que, voluntariamente y con mala intención, han cometido numerosos pecados y Te irritaron; lloro y gimo, yo miserable, que soy el primero de ellos. Por eso, ¡Oh! Justo Juez, sálvame por tu Misericordia, porque Eres Compasivo.


TROPARIOS Tropario de la Resurrección. Tono 3 Que se alegren los celestiales y que se regocijen los terrenales, porque el Señor desplegó la fuerza de su brazo pisoteando la muerte con su muerte; y siendo el Primogénito de entre los muertos, nos salvó de las entrañas del Hades, y concedió al mundo la gran misericordia. Kontaquion Tono 1. ¡Oh! Dios, cuando vengas sobre la tierra con gloria, y todo tiemble ante Ti, y el río de fuego corra fluyendo ante el Estrado; los Libros estén abiertos y los secretos revelados. Entonces libérame del fuego inextinguible y hazme digno de estar a tu Diestra ¡Oh! Justo Juez. Tropario de San Basilio Magno. Tono 1. Tu voz anunciadora se difundió por toda la tierra, que aceptó tu palabra. Y enseñaste la fe y descubriste la naturaleza de los seres. ¡Oh! San Basilio que hiciste del real sacerdocio, camino para la vida de los hombres, ruega a Cristo Dios por la salvación de nuestras almas. Proquimenon Tono 3 ¡Cantad a Dios!, cantad. ¡Cantad salmos a nuestro Rey! Verso: Pueblos todos: aplaudid; aclamad a Dios con voz de júbilo. 





EPISTOLA Lectura de la Primera Carta a los Corintios 8:8 - 9:2 Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos. Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano. ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor. Aleluya Aleluya Aleluya. En Ti, Señor, he esperado; no sea yo confundido. Aleluya Aleluya Aleluya. Sé Tú, Señor, mi roca y mi refugio; baluarte donde me pongo a salvo. Aleluya Aleluya Aleluya.


EVANGELIO LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 25:31-46 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.