El mundo está loco, loco, loco
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It's a Mad, Mad, Mad, Mad World | ||
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Título | El mundo está loco, loco, loco | |
Ficha técnica | ||
Dirección | ||
Producción | Stanley Kramer | |
Guion | William Rose Tania Rose | |
Música | Ernest Gold | |
Sonido | Walter Elliot | |
Fotografía | Ernest Laszlo | |
Montaje | Gene Fowler Jr. Robert C. Jones Frederic Knudtson | |
Protagonistas | Spencer Tracy Milton Berle Sid Caesar Edie Adams Ethel Merman Jonathan Winters Mickey Rooney Buddy Hackett Phil Silvers Dorothy Provine Dick Shawn Terry-Thomas Jim Backus William Demarest Jimmy Durante Peter Falk Eddie "Rochester" Anderson Paul Ford Barrie Chase | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Estados Unidos | |
Año | 1963 | |
Estreno | 7 de noviembre de 1963[1] | |
Género | Acción Aventuras Comedia Policíaco | |
Duración | 161 minutos 210 minutos (versión original) 197 minutos (versión restaurada) | |
Idioma(s) | Inglés | |
Compañías | ||
Distribución | United Artists | |
Presupuesto | $9.400.000 (estimado)[2] | |
Recaudación | $60.000.000[3] | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
El mundo está loco, loco, loco (título original: It's a Mad, Mad, Mad, Mad World) es una película cómica-épica estadounidense de 1963 dirigida por Stanley Kramer. En esta película intervienen reconocidos actores del género cómico y de otros géneros del siglo XX.
Aparecen, entre otros, Jerry Lewis, Buster Keaton, y Los Tres Chiflados (Moe Howard, Larry Fine y Curly Joe DeRita), quienes realizan una breve cameo como bomberos operadores de carro.
Argumento
En una interminable y abrupta autopista del desierto, conducen ocho automovilistas comunes y corrientes que no se conocen entre sí; entre ellos, un camionero aburrido, un dentista, y otros automovilistas que van con sus cónyuges de vacaciones a distintos rumbos, todos con distintos problemas propios. Repentinamente, presencian la alocada carrera de un automovilista que los sobrepasa a toda velocidad, y, finalmente, sobrepasa las contenciones en una curva y se desbarranca con su automóvil. El hombre logra sobrevivir el tiempo suficiente para contar a los testigos una increíble revelación, que despertará en ellos la ambición de la riqueza fácil. La situación cambiará sus planes y sus vidas.
El accidente automovilístico deja como sobreviviente al desconocido (Jimmy Durante), que alcanza a ser asistido por los automovilistas, y deja entrever en sus balbuceos que es un pillo llamado "Smiler" Grogan. Antes de fallecer desvela la existencia de un jugoso botín de nada menos que 350.000 dólares en billetes, enterrado bajo una gran W y producto de un robo bancario en Santa Rosita, California. Todos ellos entienden el mensaje del ahora difunto y en cada uno de ellos se despierta la ambición, la agresividad, y la competitividad, y tras duras negociaciones deciden cada uno ir por su cuenta a buscar el dinero.
Todos ellos emprenden una endiablada, desenfrenada, y desesperada carrera por llegar al lugar por el medio que sea y a costa de lo que sea para hacerse con el botín, ya que el primero que llegue y lo encuentre es el afortunado dueño. Cada uno de ellos perderá progresivamente la cordura, desarrollando una carrera de locos de remate, tratando en lo posible de atajarse mutuamente o perjudicar al resto, produciéndose así situaciones muy cómicas y divertidos gags. El destino de todos ellos es el parque estatal costero de Santa Rosita en la costa de California.
Estas películas, y varias similares, fueron las que nos divirtieron en los decenios de los baby boomers, cuando todos respetábamos a las chicas y mirar a los padres cuándo nos regañaban significaba un riesgo de terminar con nuestras caras giradas hacia atrás.
Para ver y suspirar por las hermosas Guayaquileñas era imprescindible ir a la misa de San Francisco a las diez de la mañana y darnos un paseo por la cuerda del mono en vehículos de nuestros padres sin aire acondicionado y girando en el hemiciclo de la Rotonda para volver después de una hora a repetir.
Que los insultos que demandaban sangre era faltarle al honor de la madre o llamarte homosexual. En la "Planchada" con el coro de cada cuál que te advertía ¡Se cayó, espera que se pare!
Y el "peligro" de ir de noche al cine era un tapacubo menos o que te hubieras olvidado de guardar los limpiavidrios.
La caballería salía a la última ronda a las diez de la noche y más de un susto nos dio de sólo oír los cascos en la calle.
Por muchos años fuimos al 'Teatro Olmedo' al 'Ponce' y entre los apoteósicos el "Presidente".
Todos nos acostábamos temprano, salvo el que escuchaba la radionovela 'Camay' que lo hacía tarde a las diez.
El señor Mascera paraba todo al decir con voz alta te conozco, eres hijo de... y le voy a contar. Por eso preferíamos al Bongo o al Milko y en cada esquina había una asociación.
Los señores solucionaban los problemas mundiales en la esquina del Banco La Previsora de 9 de Octubre y Pichincha y otros en la diagonal al Universo al lado del Cuerpo de Bomberos, que nos anunciaba el mediodía con su sirena.
Hoy ¡¿Llegaste del Trabajo?! Vivo... ¡Que suerte!
Los anuncios meteorológicos eran: Lluvia antes de quemar el Año Viejo y hasta que retornábamos a la escuela ¡Mañana y tarde, incluyendo sábado medio día! Y obligadamente el domingo a misa con terno de casimir. Hoy lo importante es quien fue asesinado hoy... Cómo les robaron mientras tomaban helados... ¡Gracias a Dios sólo los cortaron!
La moda fue impulsada por el hijo de una mula que salvó la soberanía patria sacando a un aeropuerto financiado por los hermanos del norte a cambio de aupar el narcotráfico y la corrupción.
Qué diferencia con el Dr. Camilo Ponce, Galo Plaza, Velasco Ibarra, el gran estadista Leon Febres Cordero, el que sucumbió al magnicidio Dr. Jaime Roldos; o los gobernadores y alcaldes de Guayaquil.
Hoy va preso el Policía que cumple su deber, pero queda libre el juez corrupto. El Tiktokero se cree bacán por andar en zapatitos rojos y sin medias; sin necesitar mencionar que es un queso rancio y malo que habla en lenguas jeroglíficas y propone acabar con la corrupción uniéndose a ella. Que mantiene un grupo de asesores, consultores y oráculos que ni la NASA tiene tantos.
Ayer circulo libremente un documento "top secret" de once páginas de nombres con muy pocos calificados por sus conocimientos que sirven de pantalla de humo.
Que no es suficientemente fuerte para despedir a nadie y que sólo vive de esperen, ya verán. Habla actuando furibundo de su respaldo a la Policía, pero espera que se termine el "proceso".
Para mí el proceso debió ser coger a los vendidos antipatria y llevarlos untados de brea con la pelusa de las gallinas a condecorar al policía que arriesgó su vida.
Los criminales están igualmente prohibidos de portar armas, empero tienen mejores que el ejército y se hacen filmar gritando que ellos mandan.
Es verdad las armas no pueden estar en manos de todos y por ello el Ejercito Ecuatoriano tenía un sistema muy estricto de exámenes psicométricos y de manejo y mantenimiento de armas.
Le cuento, que a nosotros nos enseñaron muchas formas de defensa personal y más de una de cómo acabar con la vida de alguien sin usar armas, quedando en vergüenza de la capacidad y resistencia de los Marines, Navy Seals o Rangers.
Mucho respeto le tengo a nuestras fuerzas especiales o las policiales entrenadas, lo que el Estado no les da en equipo lo ponen ellos de varones o mujeres muy reacias a permitir el abuso.
Me causó mucha sorpresa saber que las últimas armas eran Beretta, pues yo estuve a cargo de la compra que hace años hizo el Municipio de Guayaquil consiguiendo en ese entonces un 'descuento' sustancial de las Glock que se probaron con ligera superioridad a otras marcas.
Lamentablemente sin balas sólo sirven para exponer al que la lleva y más grave todavía es tratar de asustar con ellas si prefieres mantener tu vida. ¿Por favor "señor Presidente" por qué no permite el porte de armas al ciudadano calificado? ¡Otra cosa que usted ofreció!
*Al que esté interesado de lo que le aconteció a jotita (con la Glock), avísenme y les cuento si prometen no hacer mofa.