La respuesta corta es simplemente porque pueden serlo. ¿Qué hace un político?
No hay mucha diferencia con la de un empresario. Ambos buscan una necesidad y la
cubren. Una de las definiciones de empresario político es aquella persona que
intenta obtener beneficios a cambio de reformas. (La forma más extendida del
Las diferencias entre un político y un empresario son básicamente que:
- El empresario necesita el favor del mercado para triunfar: el de su cliente,
- acreedores, accionistas y proveedores. La pérdida de confianza destruye al
- empresario al momento. El político no necesita el favor del "mercado", es decir,
- de la gente. En todas las naciones siempre hay dos partidos mayoritarios que
- controlan el país hagan lo que hagan. Solo necesitan el favor corporativista de
- otros políticos (oposición, parlamento, municipios…) y lobbies para conseguir
- sus fines.
- El empresario no puede saltarse la legalidad, el político sí. Los medios
- políticos, en sentido amplio como: Gobierno, partidos, sindicatos, patronal…
- se financian mediante el robo de los impuestos, el fraude de la deuda o la
- extorsión de las tasas y multas. Si un empresario usara estas herramientas
- para crecer, iría a la cárcel. Solo una empresa privada en este país
- (y probablemente en el mundo) cobra un impuesto privado. La SGAE.
- La razón se debe a la unión política que tienen con el Gobierno. En un laissez
- faire, tal absurdidad no podría existir.
- La irresponsabilidad. Un empresario siempre ha de ser responsable de sus
- acciones. Si vende artículos defectuosos o engañosos, tarde o temprano,
- pagará tal abuso. Incluso si hace una línea de productos que no gusta a la gente
- —el mercado—, lo tendrá que retirar. El político es todo lo contrario. Las acciones
- del político no tienen consecuencia. En este país hay escándalos cada día y
- ningún político dimite ni se le juzga. Incluso si hacen políticas nefastas para el
- país, son asumidas como gajes del oficio. ¿Por qué el Gobierno no ha de
- responder ante las pérdidas que ha provocado su ley antitabaco, Plan E,
- políticas ecologistas de Miguel Sebastián…?
Si una persona no es responsable de sus actos y tiene derechos ilimitados para
hacer lo que quiere, ¿en qué se convierte de forma lógica? En un tirano.
Es lo que les ocurre a los niños pequeños. Un niño de cinco años no entiende
qué implica la responsabilidad, por eso acude a la violencia y conductas
antisociales continuamente. Si tal comportamiento se le permite, lo único que
hacen los padres es convertirlo en un sociópata. Solo los niños y el Gobierno
recurren siempre a la violencia como forma habitual de interaccionar con la
sociedad. Una sociedad así, no está madura.
El hombre medio desconoce que todo hombre se mueve por incentivos, no por
vocaciones. La vocación del buen político es "servir a la gente" según la opinión
popular. Pero los incentivos para dedicarse a la política son el beneficio personal.
Incluso el que por vocación se dedica a la política no puede triunfar, ya que el
corporativismo del sector y la búsqueda de intereses personales lo expulsan.
El buen político, el que triunfa, es porque sabe negociar bien con relación a los
intereses de su partido y/o Gobierno. Eso no tiene nada que ver con buscar fines
humanistas para la sociedad. Los fines humanistas no son más que un engaño
más para conseguir metas personales. ¿Se acuerda de las promesas de Zapatero?
Ha hecho todo lo contrario a lo que prometió. Y no dude que en las elecciones
de mayo una avalancha de ciudadanos votará a los socialistas.
La fe del ciudadano en el político se debe a la falacia de Hobbes o del Leviatán:
el hombre es brutal y destructivo por naturaleza, por tanto, ha de existir uno de
esos seres brutales y destructivos que lo coordine todo haciendo mejor a la
sociedad. Tal invocación a la autoridad coercitiva no es más que un ensalzamiento
mitificado del "buen gobernante" que solo existe en la imaginación de quien lo
propugna.
¿Por qué los políticos son corruptos, ineficientes y mentirosos? Porque les resulta
gratis. No tienen controles. No hay restricciones a sus acciones ni puede haberlas
jamás porque ellos poseen el Poder. La única solución es limitar la fuerza de
los medios políticos, ya sean sindicatos, patronal, funcionarios y evidentemente
el propio Gobierno. El mayor incentivo para el crimen es la política, especialmente
con un Gobierno Omnipotente.