En mi temprana
juventud, tan pronto como me enteré de que mi padre iba a ser nombrado, por
petición de su Gobierno, cónsul general en el país me sentí tan importante que
ya quería comenzar a practicar como coger las copas de champán y todo lo demás.
Muy pronto me di
cuenta de que estaba yo equivocado en mi apreciación totalmente y lo que es un
cónsul en general, es actuar solamente como un agente de ventas y de protección
en las cosas generales de sus conciudadanos.
En el caso de las
embajadas cómo eventualmente supe cuando ya fui nombrado en ese cargo por el nombre
del Ecuador es totalmente distinto. Porque él sí tiene que llevar la
representación del sistema diplomático del país tener los contactos debidos
adecuados en la parte social en la parte intereses nacionales y de portarse lo de
acuerdo con el honor y decencia la perfección, como tiene que ser, él sí considero que es un
verdadero diplomático y aún si es cleptómano abstenerse de robar guantes o bailes
divertidos en la sede; en alguna ocasión, cercana, dando la sensación de un truhan
peleando con la vecina por un puesto para comprar mortadela.
Yo pienso que al
igual que a muchas personas les pasa lo que a mí me pasó de inexperto y es lo
que les pasa a las personas mayores o que van a estos cargos nombrados por
favores recibidos y en ningún momento hacen su debida labor. El cónsul de
Filadelfia al que debíamos solicitar su firma para que el Banco Central venda
los dólares para pagar nuestros estudios ¡Exigía que le enviemos las estampillas
o monedas para cubrir los gastos de devolución! Pobre hombre, nos causó mucha
lástima; lo mismo que sentimos en Miami cuándo uno de ellos se excusó de ser miembro
del Cuerpo Consular para ahorrar.
He leído hoy que
le llaman la atención a un cónsul En Europa porque no se dedica a hacer lo
mismo que hace otro en Nueva York que se dedica a pasear y a juntarse con todos
los líderes emigrantes y que más bien debería ser un respaldo para ellos y
promover los bienes que se desean exportar o ver sus condiciones de trabajo. Es
decir, la función estrictamente dedicada a ser un representante económico para
los intereses del que el país se forja en el extranjero.
En lugar de eso
aquí hay una total mezcla y son pocos los que realmente conocen la labor de
cada uno y vemos por ejemplo que el diplomático verdadero, él sea el embajador,
canciller, o lo que sea, se encuentra más dedicado a satisfacer los deseos particulares
en vez de funcionar correctamente defendiendo los intereses de las mismas personas,
pero en su promoción ciudadana o comercial. A iniciar producción de inversiones
en posibles oportunidades. Yo no conozco a ningún comerciante o empresario que
quiera él solo ser el que sabe todo y en lugar de ello hay que saber presentar un
proyecto.
Esto fue de gran
utilidad mío cuando me preguntaron qué opinaba yo sobre la cría en cautiverio
del crawfish y como realmente no estaba al tanto de su demanda solicité a
través de los debidos estamentos que se le pida a los cónsules su opinión; para
ellos fue verdaderamente una sorpresa, encontrarse averiguando y sacando lo que
ahora lo haría en minutos con las estadísticas que se encuentran en los
sistemas buscadores de datos. Al fin los resultados fueron de que había una
superabundancia de esa producción y que solo era rentable como un agregado, tal
cual se dice ahora para las colas, en caso de que haya una siembra de arroz del
cual estos mini crustáceos salían a desovar comer y engordar cuándo el arroz se
había sido cosechado y se sumergía posteriormente bajo la tierra hasta su nueva
etapa.
Algún señor necio,
o más bien yo debería de decir mal llevado, porque fue aconsejado por su cuñado
que lo hizo perder toda la fortuna que tenía, y otra se, dedicó a crearlos por
sí mismo y experimento una total perdida porque no existen mercados en el
exterior ni se podrá compartir con los que ya están ubicados y estaban en
desventaja comparativa en el mercado interno.
En el caso de las
embajadas, y esto lo he vivido personalmente, hay muchos embajadores que ni
siquiera conocen dónde queda su sede. Tal fue el caso en algún momento que fui
miembro de la FAO, por mis conocimientos, experiencia y de mi patrimonio asumía
los costos y estuve en la reunión que se dio en Roma y el embajador ante el
Vaticano le preguntaba al conductor que donde era la oficina.
Es decir, estamos
mezclando flores con estiércol de muy displicente aroma y se daña al otro.
Mi pregunta va ¿qué
clase de estudio se ha hecho sobre la efectividad de estos representantes? La
mayor parte nombrados para cumplir con mantener a un montón de compromisos de
carácter político y no de servicio al país. Aparte de que gastamos una fortuna
en mantener a alguien que resulta una carga no un beneficio nuestro.
El señor
Guillermo Lasso también ha fallado en esto porque hasta donde yo conozco a
nombrado a una cantidad muy grande solo por llegar a acuerdos políticos y
económicos propios de sus intereses.
Los emigrantes
del Ecuador que han tenido que huir de él país, sometiéndose a demasiados
sufrimientos por las malas políticas instauradas por gobiernos ciegos del
pasado y agravadas por las mentiras de este, en lugar de fomentar su estadía. Mintiéndoles
para que regresen, trayendo la supuesta fortuna que han acumulado en el
exterior ¡Sabe Dios a que costo! Y sin preocuparse de una de las ramas que más
aporta para nuestra balanza comercial de ingresos y que permite sobrevivir a
los que se tienen que quedar a aguantar las penurias a las que hemos sido impuestos.
Su vanidad
impulsada por su evidente incapacidad de niño con alferecía ha retrasado la
evolución del país e involucionado al pueblo hermano.