"Jesús Nazareno, Rey de los judíos". Jn. 19, 19
Para hablar de la Pasión, mediante la cual fuimos rescatados todos, tomaré como
tema las palabras del título que Pilatos hizo escribir sobre la Cruz:
"Jesús Nazareno, Rey de los judíos".
Jesús quiere decir Salvador, así que ha muerto porque es
salvador y para salvar hacía falta morir.
Rey de los judíos, o sea que es Salvador y Rey al mismo
tiempo. Judío significa "confesar"; por tanto, es Rey, pero de solo
aquellos que le confiesen, y ha muerto para rescatar a los confesores; si,
realmente ha muerto y con muerte de cruz.
Ahí tenemos pues, las causas de la muerte de Jesucristo: la primera, que era
Salvador, santo y Rey; la segunda, que deseaba rescatar a aquellos que le
confiesen.
Pero ¿no podía Dios dar al mundo otro remedio sino la
muerte de su Hijo? Ciertamente podía hacerlo; ¿es que su omnipotencia no podía
perdonar a la naturaleza humana con un poder absoluto y por pura misericordia,
sin hacer intervenir a la justicia y sin que interviniese criatura alguna?
Sin duda que podía. Y nadie se atrevería a hablar ni censurarle.
Nadie, porque es el Maestro y Dueño soberano y puede hacer todo lo que le
place.
Ciertamente pudo rescatarnos por otros medios, pero no
quiso, porque lo que era suficiente para nuestra salvación no era suficiente
para satisfacer su Amor.
Y que consecuencia podríamos sacar, sino que, ya que ha
muerto por nuestro Amor, deberíamos morir también por ÉI, y si no podemos morir
de amor, al menos que no vivamos sino sólo para ÉI.