En Ecuador la pobreza, según datos del gobierno, por necesidades básicas insatisfechas llega al 34,2% de la población a nivel nacional, siendo mucho más impactante en el sector rural con el 61,6%.
De acuerdo a este índice cuatro de cada diez ecuatorianos tienen carencias para estar en condiciones mínimas de
bienestar y esto en el ámbito rural envuelve a 8 de cada 10 personas
Por fin, en estos últimos días, el
gobierno ha lanzado su propuesta de medidas económicas de contingencia como
para corroborarse a sí mismo lo absurdo de todo lo realizado anteriormente:
castiga al trabajo con deducciones salariales a los trabajadores del sector
privado que correspondería entre 695 a 800 millones (2 dólares durante 9 meses
a quienes ganen 500 dólares) y mínimo 250 millones a los trabajadores
públicos (10% a quienes ganen más de 1000 dólares durante un año) y
los altos funcionarios contribuirían con 50 millones al bajarse los sueldos al
50%. A las empresas con utilidades de más de un millón de dólares se les gravaría
con el 5% lo cual alcanzará una recaudación de 500 millones de dólares, es
decir, el capital aporta menos que el trabajo.
Se favores sobre manera al chulco banca
y se permite que obtengan una virtual patente de monopólica.
Igual son opciones con las
transnacionales y la intermediación petrolera. Por ejemplo; se abre las condiciones
para atacar los subsidios a los combustibles y sobre todo da carta blanca a la
flexibilización laboral, peor aún sobre recuperación de los actos de corrupción
del gobierno anterior ya comprobados y acciones contra la empresa Odebrecht, y
varias otras, por ejemplo.
Si esto atañe a la política
económica y sus consecuencias, merece un comentario sobre la organización del
Estado y sus niveles de personas sin capacidad para atender la crisis económica-social,
pues sigue el libreto que Lasso juro destruir y que constituye el eje del mal desarrollo de nuestro país.
Continúa la corrupción y los sobreprecios
en adquisiciones y hasta funcionarios administrativos que hoy han incrementado “sus
diezmos” con cobros por entrega de porcentajes, profundiza la ya deteriorada
confianza en este régimen.
Y por fin, el punto de mayor corrupción:
los diferentes estamentos de la estructura de gobierno local y nacional se
disputan a dentelladas el robar y el protagonismo político para ganar notabilidad
en las elecciones del 2021. Cada uno hace los malabares más grotescos concordantes
con su parecer para mostrarse efectivo, solidario y sobre todo necesarios.
Triste imagen de esta clase que ha
privilegiado la promoción en redes sociales, sobre la tragedia humana.
Es imprescindible aquí también tener
en consideración la situación de los pueblos afectados por inundaciones, sobre
lo cual sabemos de acciones tardías.
Las macro políticas en todo lo
relacionado al sistema de salud, educación y emprendimiento, son cada día
mayores y dedicadas a auto acomodarse.
La búsqueda de financiamiento sobre
las que día a día se ponen dispersamente elementos, deben ser tratadas por
especialistas bajo lógicas de seguridad jurídica y concertación, y no de ideas
sueltas sin la suficiente consistencia para su viabilidad práctica.
Este eterno perdedor que ha hecho,
supuestamente legal, fortuna; ha desoído al pueblo que necesita urgentemente un
buen gobierno.
Tanto luchar, jurar en vano pese a
ser integrante del Opus Dei, y cambiar sus aseveraciones más rápido que un
camaleón. Sólo sirve para presentarse paternalistamente y ofrecer, mientras
piensa abandonar a “sus hijitos”. Risa causa sus ayudas y sus bien preparados
espectáculos: Cómo el del deslave de Quito y terremoto en Esmeraldas entregando en el
caso de Quito una ayuda insultante que ha dado un gobierno en lugar de ordenar
la cárcel e investigación de los casos porque los muertos fueron causados por
la indolencia del gobierno municipal.
En Esmeraldas, hubiera sido mejor
que se abstenga de ir a portarse de gran dolido y entregar abalorios al igual
que los rateros que invadieron hace medio milenio al sistema.
Tantas personas pidiendo solución
con ideas y propósitos patrióticos, yo soy rápido: Este es un Estado que tiene
que ser declarado Fallido y enviar a todos afuera: Algunos a esperar que la
justicia supervisada les exija reposición y/o cárcel; otros, que debe de
haber, la oportunidad de ser parte de la comunidad con derecho a progresar si
cumple con sus obligaciones y ayuda a lo que hoy suena a quimera una Justicia
que funcione sin bolsillos y que sepa que somos iguales.